martes, 28 de octubre de 2014

CON REBELDIA, LOS HIJOS RESPONDEN A LA CANTALETA

La rebeldía es una forma de protestar por alguna situación que no es agradable. Por eso acuda al diálogo.

 Acudir a los regaños repetitivos puede que generen un efecto contrario en la conducta.

Alzar la voz o hasta repetir el regaño varias veces son conductas a las que acuden muchos padres de familia para tratar de que sus hijos sigan las indicaciones que ellos le han dado. Pero esta estrategia puede ser un arma de doble filo.
Según el psicólogo Jaime Sánchez, presidente y fundador del Colegio Latinoamericano de Psicología Comprensiva (Clapcom), cuando la repetición se hace apremiante, suele responder a una situación de impotencia e ineficacia del diálogo. Por esto repetir es asegurarse de que el otro entendió, pero repetir es no es estar seguro de ello.
“Así las cosas, cantaletear es un acto paradójico, porque a pesar de que busca la conquista de la razón, en el sentido práctico resulta un intento desesperado por tener una razón escurridiza que se vuelve repetición”, dice el sicólogo.
Esa falta de autonomía de los padres al solicitar algo a los hijos, además de no conseguir que su hijo cambie de opinión de inmediato, también puede ser el detonante para que su comportamiento sea más rebelde.
De acuerdo con Álvaro Gallo, consejero familiar, la cantaleta puede afectarlos negativamente. “Crecerán en ambientes díscolos, violentos, agresivos, con grandes faltantes emocionales de amor y de afecto. Esto hará de ellos adultos que tenderán a hacer lo mismo, porque eso aprendieron, ya que crecen con un carácter que puede llegar a la amargura”, asegura Gallo.
El consejo familiar también añade que esa rebeldía que presentan los niños y jóvenes es una forma de protestar por alguna situación que no es agradable. “Los hijos van creciendo con actitudes rebeldes, inclusive groseras, y la falta de respeto es frecuente en ellos que se enfrentan a un cantaleta que no va acompañada de acciones”, dice.
Para que este círculo vicioso no termine afectando la comunicación familiar y por ende desarrolle distanciamiento entre los miembros del hogar, los expertos recomiendan definir derechos y deberes claros entre padres e hijos. Esto incluye establecer cuáles son las acciones que se tendrán en cuenta al momento de incumplir esos acuerdos. De esta manera se evitarán discusiones y cantaletas innecesarias, aburridoras y disociadoras que solo afectarán el ambiente familiar.
La cantaleta rompe el equilibrio y el bienestar de la familia. Produce discusiones, desacuerdos, divisiones. “Se forman bandos dentro de la misma familia. La relación matrimonial también se verá seriamente afectada. Los miembros de la familia tenderán a evitar a la mamá ‘cantaletosa’, lo que puede llevar a ser rechazada por todos. De aquí a la depresión solo hay un paso”, resalta Gallo.
Por eso, los expertos recomiendan crear canales de comunicación en donde las emociones sean controladas y se pueda así hablar claro a los hijos sobre lo que se espera de ellos. Esto podrá reducir el riesgo de discusiones innecesarias en el hogar que solo terminarán afectando la armonía familiar.
ESTILO DE VIDA

Opinion: Los padres siempre acuden a repetir continuamente lo mismo al ver que sus hijos no obedecieron o no hicieron lo que ellos querian, los pequeños son muy receptivos por lo tanto esto lo aprenden y crecen con fustracion entre otras cosas y lo repetiran cuando crescan , uno como joven le molesta que le repitan las cosas varias veces y lo toma como cantaleta o mi mama tan cansona, pienso que para corregir es mejor el dialogo ya que uno se estresa de repetir lo mismo y llega a gritar a los hijos, los padres deben tener mucha paciencia.
Noticia # 4

 

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